domingo, 19 de agosto de 2012

LA DIOSA MADRE

clip_image001

La Madre, bajo un árbol trabaja

durante toda la calurosa tarde.

Junto a sus rodillas, una pesada canasta

de melocotones dulces como Juno que ella recoge.

Ama su trabajo, ramas y raíces,

y el sudor honrado, ella bendice.

Madura y rica como cualquier fruto,

la luna llena en su vientre crece.

Sus brazos son fuertes,

Sus manos marrones.

Lo que Ella crea, lleno de vida, resplandece.

Ninguna reina mortal llevó jamás una corona tan fina…

mas a lo lejos, el invierno su cuchillo afila.

clip_image003Elizabeth Barrette

clip_image004

SE CREE QUE…

clip_image001[4]

Los etruscos tuvieron una influencia duradera sobre lo que acabó siendo el Imperio Romano, a juzgar por los nombres de las deidades trinas más poderosas: Uni (Juno), Minrva (Minerva) y Tinia (Júpiter).

clip_image001          clip_image002         clip_image003

sábado, 4 de agosto de 2012

EL ENANO Y EL PASTOR

Basado en el cuento tradicional español

clip_image001

Buena suerte

Talismanes, amuletos, un trébol de cuatro hojas… ¿Crees que la suerte aparece o se trabaja?

clip_image003Un pastor iba en busca de sus ovejas cuando se encontró un viejo zurrón. Dudó en cogerlo, pero al final se lo colgó al hombro y oyó: “Conmigo cargaste y la suerte voy a darte”.

El pastor abrió el zurrón con algo de temor y salió un enano con capa roja y un sombrero verde. Enseguida se hicieron muy amigos. El enano cuidaba de las ovejas y le avisaba de los lobos y las tormentas o le decía donde estaba la mejor hierba. Si el pastor tenía hambre o sed, le proporcionaba sustento, y si estaba triste, tocaba la flauta.clip_image004

Estuvieron juntos mucho tiempo hasta que el enano le dijo que tenían que ir a una cueva llena de tesoros a rescatar a una princesa secuestrada por un gigante. El pastor se veía incapaz de vencer a semejante mole, pero el enano le dio una piedra negra infalible. El pequeño se puso a imitar el sonido de los cuervos en la entrada de la cueva hasta que salió el gigante. Entonces el pastor entró y rescató a la princesa, pero cuando huía oyó gritar al enano: “¡El gigante me ha atrapado!” El pastor soltó a la princesa, sacó la piedra y le dio un golpe tan certero al gigante que cayó fulminado.

Y así fue como el pastor dejó de ser pastor, se casó con la princesa y se llevó a su amigo el enano a vivir con ellos.

Que las cosas nos vayan bien o mal no depende de la suerte, sino de nuestro trabajo y perseverancia.

NOTA: Por si acaso… el cuento no es mío. Supongo que lo pesqué en la red, me gustó y me lo quedé… Si alguien conoce al autor original, que me lo haga saber y, con gusto, reconoceré su autoría.