BULWER LYTTON DIJO…

El que se sacrifica a sí mismo nunca yerra.

ANTIGUO, PERO DIVERTIDO…

Estimada señorita:

Son de tal magnitud mis deseos de for-

marlizar mis relaciones con usted. Que gozo en comu-

nicarla a todas horas del día que daría mi po-

bre corazón, pertubado ante una joven de tan be-

lla, por dar gusto a mis grandes y poderosos co-

nocimientos que se ven atravesados por agui-

jones. He sido avisado de que usted es tan pu-

ra asi como amable, modesta, simpatica, boni-

ta, que espero que no oponga resistencia a mi na-

tural carisma, mi gallarda presencia y mi gar-

bo, que es capaz de destrozar el más fuerte co-

razón, que sienta tan sólo un leve y mínimo cari-

ño. Esperando a unirnos sentimentalmente y pre-

ferentemente sin mas demora, permitame acompa-

ñarla a la hora y sitio que usted tenga por gusto.

Ahora leed solo lo AZUL omitiendo lo VERDE